La revista de Nuevo Vale

Rechazada por mi silencio

Hola me llamo Anabel, soy una chica de 24 años, hasta aquí todo normal, lo único es que soy sorda. Mi vida ha tenido altibajos, pero últimamente lo he pasado mal. A los 7 meses perdí la audición a causa de un virus, eso no fue todo también tuve una hipotonía muscular que me pudo dejar en una cama para siempre. No tengo apenas recuerdos de mi niñez solamente el silencio. He estado hasta los siete años de hospital en Hospital. Mis padres no paraban de ir de un sitio a otro para poder recuperarme. Empecé a andar a los 19 meses fue un milagro, según mi madre le dijeron que igual no podría hacerlo. Se tiraban los días y las noches enteras haciendo masajear en las piernas para poder estimularme. Cuando fui por primera vez al colegio yo iba contenta pero hay empezó mi calvario, no solamente se metían conmigo sino que me llamaban sorda y me arrinconaban en todos lados. De pequeña estuve en un colegio donde había logopeda, allí conocí a mis mejores amigos sordos pero para los tres fue un calvario, los profesores eran buenos y nos ayudaban mucho, los demás niños no. A mi me tiraron contra unas piedras y me abrieron la cabeza y por defenderme, me castigaron mi madre fue a hablar con la profesora y le dijo que si lo volvían a hacer denunciaría al colegio. Un día mi madre escuchó a otra madre decir que a los niños sordos tenían que ponerlos aparte porque sino atrasarían a los demás, eso enfureció a mi madre que se fue derecha a hablar con el director. Cuando hacían las excursiones a mi me dejaban al margen porque nadie quería hacerse cargo de llevarme. Me han abierto la cabeza, insultado humillado, burlado de mí en todos los aspectos. Cuando cambié y fui al instituto pensé que cambiaría algo, error, fue peor. Las humillaciones eran más grandes todos me rehuían, yo tenía una intérprete de Lengua de Signos, ya a través de ella, mis padres se enteraron de que me quería matar. Hice un dibujo donde explicaba que quería morir. Mis padres se pusieron a la obra y hablaron con los profesores, una psicóloga y demás personas. Aquello paso y cambié de instituto, nuevas ilusiones y fatal desencanto. Tengo que decir que cuando cumplí siete años, mis padres fueron a por un hermano, nació niño y cuando tenía cuatro años ya hablaba con signos, hoy en día es con él que más hablo aunque a veces también peleamos. Cuando empecé bachillerato, todo era mas difícil, nadie me comprendía he de decir que en esa etapa es cuando conocía a la que hoy son mis mejores amigas oyentes. Me puse novia 18 años con un chico oyente (se llamaba Rafa) duró un año y medio, hoy somos amigos, él estudió Lengua de Signos para poder comunicarse conmigo, me ha defendido siempre de todo y de todos no dejaba que nadie se metiera conmigo, también cambien de intérprete a la cual le debo mucho porque es una amiga más. En el 2006 me hice el implante coclear, no me ha servido porque no he puesto interés, no tengo con quién salir, siempre estoy en casa, solamente cuando viene mi amiga Inma, me anima y salgo con ella. El año pasado conocí a un chico he de decir que fue diferente a la primera vez, me sentía ilusionada y realmente me enamoré como una tonta,todo era perfecto, él era muy cariñoso, atento, bueno eso pensé yo.Pero a los 4 meses de salir y sin previo aviso, me dijo que no estaba preparado para una relación, se sentía agobiado. Yo quería entender, pero los mensajes que eran a todas horas dejaron de llegar, y él no decía nada. Un día,lo vi, cual no fue mi sorpresa ¡iba con otra rubia!!, no hubiera pasado nada si me lo dice directamente. Mandándoles mensajes a los que no respondía. Me enteré que mi ex no quiere ser amigo porque no quiere saber nada de mí aunque lo respeto. Una noche hice la peor tontería de mi vida, me tomé unas pastillas para acabar con todo. Él llamó a mis padres,mi madre me levantó y obligó a vomitar, yo no dejaba de llorar y decir que me quería morir, mejor no estar aquí. Entonces mi madre llamó a mi amiga oyente Inma y a través de MSN hablamos, decidí contar algo de mí en un blog (tengo otro netlog)y cual no ha sido mi sorpresa al ver cuanta gente me ha mandado sus comentarios, hoy pienso que nadie se merece que yo pierda mi vida por él, sino me valora tal cual soy, él se lo pierde. No pienso rendirme!. He intentado integrarme en este mundo y no me han dejado, quiero ser fuerte y valiente y a personas. Gracias a mis padres y mi hermano y a mis amigos sordos y oyentes que aunque sean pocos están ahí cuando los necesito.